La caridad (del griego agapë y del latín caritas), es una de las tres virtudes teologales, junto con la esperanza y la fe. Tanto el DRAE en su séptima acepción como la Iglesia católica consideran
que la caridad es aquella virtud teologal por la cual se ama a Dios
sobre todas las cosas por Él mismo y al prójimo como a nosotros mismos
por amor de Dios. La
caridad tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia. Exige la
práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la
reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión
En las Escrituras
La
caridad nace del amor de Dios a los hombres, y de la respuesta del
hombre a ese amor. De hecho, constituye el mandamiento principal de Jesús a los apóstoles y discípulos: «Amaos los unos a los otros».
La virtud de la caridad toma en cuenta los mandamientos de la ley de Dios, que expresan el núcleo de la moral cristiana Sin
embargo, Dios mismo se coloca como único y perfecto ejemplo de amor,
que salva a los que todavía no creen en él, muriendo por quienes son
todavía sus enemigos. San Pablo, cuando habla del amor de Dios, describe cómo es la caridad
En la Tradición
Para san Basilio, la condición de hijos del Padre era adquirida cuando entendida como la búsqueda del bien:
O nos apartamos del mal por temor del castigo y estamos en la disposición del esclavo, o buscamos el incentivo de la recompensa y nos parecemos a mercenarios, o finalmente obedecemos por el bien mismo del amor del que manda... y entonces estamos en la disposición de hijos.
https://es.wikipedia.org/wiki/Caridad_(virtud)
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